lunes, 25 de febrero de 2013

Sr. KIERKEGAARD


- La verdad nunca he pensado en ser individualista y posmodernista, y mucho menos neoortodoxo. No tengo ni la experiencia, ni la capacidad para asumir todo eso.

- Todavía eres joven y no eres danés. Si lo fueras lo verías de otra manera.

- Y lo dices tu, que de danés tienes lo mismo que "Marife de Triana". Pues aquí te has confundido, porque si que soy danés, de Copenhague.

- Claro, claro, si tu lo dices. En cambio existencialista y humanista no me cabe la menor duda de que si eres, además lo eres sin que tu lo sepas.

- Toni, creo que te estas quedando conmigo. Sólo por llamarme Kierkegaard, Søren Kierkegaard. Ya me gustaría ser el padre del existencialismo, ser el filósofo del sufrimiento y la angustia, cuestionar la institución de la iglesia y versar sobre las emociones y sentimientos que experimentan los individuos al enfrentarse a las elecciones de la vida. Poder sobrepasar los límites de la filosofía, la teología, la psicología y la literatura. Escribir dejando la lector la tarea de descubrir el significado de mis escritos, porque la tarea debe hacerse difícil, pues sólo la dificultad inspira a los nobles de corazón.

- Me sorprendes Søren, creo que puedes hacerlo. Si algún día decides empezar, te daré todo mi apoyo. A tus veintitrés años tienes un aspecto casi cómico, bastante irregular y un extraño peinado. Con tu pelo rubio alzado casi diez centímetro encima de tu frente y una cresta alborotada das una imagen desconcertante. Aun así creo que lo conseguirás….

No hay comentarios:

Publicar un comentario