jueves, 27 de junio de 2013

CUANDO SEAMOS INVISIBLES (Ventanas de Barcino 5)


Gracias a que nos reviven los maravillosos días soleados de junio, sin pereza ninguna, más bien todo lo contrario, he cogido la bici para ir a la calle Concell de Cent. Después de un trayecto agradable por la Diagonal he bajado por Enric Granados hasta llegar a mi destino. Había quedado con un antiguo amigo de estudios con el que siempre he mantenido un hilo de contacto por los viejos tiempos o quizás por el miedo a dejar que tu pasado desaparezca. A veces estas relaciones del pasado, tal vez demasiado básicas, son como los puentes que tendemos para mantenernos vivos en cierto modo. El tiempo pasa y el pasado desaparece y si no hay nada que te una a tu pasado, tienes una sensación de que tu también desapareces. La inmensa mayoría de nosotros cada día somos más invisibles y nos acercamos poco a poco a la invisibilidad total.

Sentados en una terraza hemos hablado durante casi una hora. La conversación circundaba sobre lo mismo de siempre, de nuestras mujeres, hijos, el trabajo, alguna afición y poco más. Él, lamentablemente, se ha quedado en paro, la empresa en la que trabajaba ha perdido una parte importante de sus ingresos y han tenido que replantearse la situación para sobrevivir, de veinte trabajadores se ha quedado en tres. Me comenta que no pasa nada, que lo lleva bien, que su mujer trabaja y no tienen gastos de hipoteca, que estudiará "algo" y tranquilamente esperará a que salga un trabajo medianamente interesante. Le animo diciéndole que es "el pan nuestro de cada día", que todo cambiará y que el futuro siempre puede ser mejor. Antes de despedirnos, me levanto y pago lo que hemos tomado, con la estúpida sensación de que si le invito hago algo por aliviar su nueva situación de parado. Nos vamos cada uno por su lado, él caminando y yo en bici. 

Mientras voy pedaleando pienso que mi pasado existe, que yo existo, que todavía no soy invisible. Él caminando algo cabizbajo, tal vez piense lo mismo, que gracias a estas pequeñas charlas conmigo continua vivo, que su pasado está vivo y no es invisible a pesar de su situación de parado. Le deseo lo mejor, quizás para que continúe presente en mi vida y así evitemos la temida invisibilidad. Es parte de mi pasado y el día que esos hilos que nos unen se rompan, ambos seremos más invisibles.

martes, 25 de junio de 2013

DESTRIPAGATOS


La destripagatos o katzbalger es con diferencia el arma que más ha matado a lo largo de los siglos. Es una espada medieval de unos ochenta centímetros de largo, de doble filo y una defensa en forma de ocho para proteger la mano. No es pesada, menos de dos kilos, muy manejable y robusta. 

Cuantas almas habrán dejado esta tierra por la terrible estocada de una espada, cuantos miembros seccionados, cuantos cuerpos desangrados, cuantas vidas borradas. La espada es un arma terrorífica, mucho más que una simple pistola o una mísera navaja. Es un arma anacrónica pero que infunde mucho más miedo y temor que cualquier otra. Es una arma de contacto, que trasmite instantáneamente toda la violencia, toda la fuerza y toda la demencia del que la utiliza. Es capaz de transferir un pánico paralizante.

Estas en tu casa después de cenar, recostado cómodamente en el sofá mirando la televisión, la luz tenue, los ojos te empiezan a pesar y te vas quedando dormido casi sin darte cuenta. Te despierta un pequeño ruido y abres lo ojos con sobresalto, y ves delante de ti a un hombre grande, vestido de negro y con un pistola apuntándote…

Es media noche y te levantas a beber agua, hace calor. Vas a tientas hasta la cocina, sin encender la luz, por el pasillo que te conoces de memoria. Bebes agua, vuelves a la cama y al entrar en tu habitación en la penumbra ves una enorme figura delante de ti, el susto es tremendo, la figura levanta los brazos y ves que tiene una inmensa espada en la mano. De reojo percibes que un brillo metálico atraviesa el aire hasta tu cara y…

jueves, 20 de junio de 2013

EL ANCIANO QUIJOTE (Ventanas de Barcino 4)


Después de correr detrás de mi hijo durante un buen rato, consigo sentarme en un banco de los jardines de La Maternidad con la respiración algo alterada por el ajetreo. Mientras jugaba con mi hijo no me había fijado que en un banco cercano, estaba sentado un hombre de avanzada edad que observaba como jugábamos con una pelota. Al sentarme, el hombre me dijo "bendita juventud, cuanta vitalidad". Yo asentí con la cabeza y me fijé un poco más en él, era un hombre de unos noventa años, el poco pelo que tenía era muy blanco, igual que la barba, su figura era delgada y sujetaba un bastón que se había convertido en su apéndice inanimado, parecía un Quijote con demasiados años encima. Su aspecto era de absoluta fragilidad, como una arcaica copa de cristal extremadamente fina.

Cuando le estaba observando, llegó a su lado una joven que por la confianza con la que le hablaba pensé que sería su nieta. El anciano Quijote se negó a que le ayudara a levantarse del banco, tenía su orgullo y para él era un acto casi de valentía. Logró ponerse en pie con una lentitud mineral y tanteó el suelo con la punta del bastón y miró a una distancia inaccesible sus pies, que avanzaban centímetro a centímetro. El dolor de las plantas de sus pies le trajo recuerdos de cuando corría sin descanso igual que mi hijo, daba la sensación de que las piernas no aguantaban el peso de su moribundo cuerpo, y su organismo entero se iba a deshacer de un momento a otro. La agonía de que el camino no se acaba nunca.

Nos miró con los ojos entornados y se fue muy lentamente con el recuerdo avivado por las carreras de mi hijo, de cuando era un Quijote muy joven, y rememoró los paraísos ya muy lejanos de su vida, cuando acabó de casarse y enloquecía de deseo por el resplandor de la piel y la caliente suavidad de los muslos de la que fue su amada mujer, la soberbia y el coraje de la juventud, la música, los bailes, las alegrías. Todos esos recuerdos tan lejanos que parecen irreales, tanto que son como de otra vida.

martes, 18 de junio de 2013

EL ARTE DEL VENTRÍLOCUO


El SOE, un cuerpo de élite del ejercito inglés, que en la Segunda Guerra Mundial actuó de manera "camuflada" para acabar con el Tercer Reich, fueron los que introdujeron en Europa la peligrosa y temida toxina botulínica. La trajeron ex profeso de América con la intención de utilizarla como lo que es, un veneno.

Con esta toxina embadurnaron las balas que dispararon contra Heydrich en el atentado que perpetraron en Praga en 1942 y que a la postre fue la causa de su muerte. Heydrich fue el segundo de las SS y jefe de la Gestapo, un autentico verdugo sin escrúpulos. En el atentado recibió varios balazos pero ninguno certero y fue la toxina botulínica la que en una semana se lo llevó al infierno.

La "botulin toxin" aunque parezca mentira es el archiconocido "Bot-tox". La tontería roza los límites de la locura, hay personas que se inoculan este veneno para no envejecer, mejor dicho, para no aparentarlo, porque envejecer, envejecen. Lo hacen en cantidades medidas, muy pequeñas, con las que consiguen una especie de parálisis muscular, la misma parálisis que acabó con Heydrich. Lo fácil que puede ser pasarse un poco, sólo un poco con la toxina y… 

Todos hemos visto a alguien que se ha envenenado un poquito para quitarse unos años de encima, su cara tiene la misma expresión que un besugo, rasgo característico de la toxina. Se les va poniendo cara de muñeca, sin vida, antinatural y por lo visto una vez que comienzas te enganchas a la "eterna juventud" y continuas haciendo retoques, un poquito aquí, otro poquito allá y al final lo único que mueves son los ojos, hasta que pareces un auténtico ventrílocuo y adquieres la habilidad de hablar sin mover la boca. "Incredible" que dirían los de las SOE.

jueves, 13 de junio de 2013

SU AMADO CIRCO (Ventanas de Barcino 3)


Los que tenemos la suerte y el privilegio de vivir a orillas del Mediterráneo, sentimos que el calor del verano nos empieza a chamuscar en las horas centrales del día y "tenemos que cambiar la camisa, igual que las serpientes". Eso es lo que dice mi amigo León, un señor jubilado que tiene la costumbre de ir a la playa a pasear y a darse un chapuzón si acompaña el día.

León es un tipo peculiar, a pesar de sus casi setenta años se conserva muy bien físicamente, me cuenta que trabajó en el circo durante muchos años "en el trapecio", incluso trabajó unos años en el circo de Ángel Cristo que por lo visto en su época era de lo mejorcito. Quizás de esa carrera de trapecista y de cuidarse un poco a lo largo de los años, le viene su aspecto saludable.

Le gusta hablar de su etapa en el circo como si fuera un sueño lejano, algo maravilloso, lo mejor que le ha pasado en la vida. A orillas del mar, en la arena de la playa, me habla del circo y mira hacia el cielo, ese cielo azul y luminoso del Mediterráneo, y recuerda aquella época con añoranza. Me cuenta pequeñas anécdotas de ese periodo de su vida, de sus actuaciones en el circo, de los lugares que visitó en las giras por Europa y América, de gente famosa que llegó a conocer, de algún que otro amor lejano… Incluso en algún momento se le entrecorta la voz y se vislumbra un exceso de humedad en sus ojos, pero rápidamente se repone, me mira y sonríe. Entonces nos despedimos hasta otro día, él continua su paseo cotidiano y yo miro hacia el cielo, una vez más ese mágico cielo del Mediterráneo que tiene el efecto de hacerte soñar, pensando en los recuerdos y en las vidas que pudo dejar León en el pasado para sentir esa nostalgia por su amado circo.

martes, 11 de junio de 2013

NO SE COMA LA COMA


La coma (,) es un signo de puntuación que señala una breve pausa que se produce dentro de la oración o para separar distintas oraciones y frases que se refieran al mismo tema, pero que engloben diferentes ideas o conceptos. Los "misterios de la coma" son tan importantes a la hora de escribir que pueden dictar tu futuro. Todos estamos sujetos a los caprichos de este pequeño e insignificante (en realidad todo lo contrario, es muy significativa) signo de puntuación.

Tenemos claro que no es lo mismo decir, "vamos a comer, niños" que "vamos a comer niños". Aquí la omisión de la coma nos lleva a la práctica de canibalismo. Y si decimos, "vamos, a comer niños", la cosa queda como una orden antropófaga. 

Otra confusión debida a la coma en la frase: "en vacaciones mi día consiste en: ver a mis amigos, tomar una ducha…" por "en vacaciones mi día consiste en: ver a mis amigos tomar una ducha…" Aquí entramos en el terreno del "voyerismo", del mirón. Las comas son peligrosas, las carga el diablo.

La frase: "Carlos dice, Alberto lo apuñaló" no tiene nada que ver con "Carlos, dice Alberto, lo apuñaló". Aquí hay que hilar muy fino para no equivocarnos y mandar al trullo a la persona incorrecta. A ver esos escribientes de los juzgados, mucho ojo con las comas.

Las comas que separan números también son muy importantes, pongamos el caso que estás hospitalizado por una bronquitis aguda y el médico prescribe una dosis de doxorrubicina de 265 miligramos en vez de 26,5 miligramos que sería lo correcto. Los efectos inmediatos pueden ser que te vas al otro barrio y sin decir adiós. Mucho cuidado al sector sanitario.

Pero y el sector bancario, imagina que pides un crédito, te lo dan al 5,5% de interés y te lo ponen al 55% de interés porque al operario de turno se le pasó la coma. No tiene mundo para correr, si lo coges…. De cualquier manera en le sector bancario lo de coma es igual, ahora la han puesto donde les ha salido de los cojones y encima se lo pagamos todos. La coma, siempre la coma.

jueves, 6 de junio de 2013

EL LIBRO AMIGO (Ventanas de Barcino 2)


Hace unos días la portera de mi edificio, una señora que ya ha rebasado la cincuentena y que es de un pueblecito de Teruel , me comentó que un señor le había dado un libro que había encontrado en un banco cercano, ella lo llamó "un libro amigo" y el nombre me pareció perfecto. Son de esos libros que la gente deja en los bancos, en la calle, para que pasen de mano en mano, de lector en lector (lo llaman "bookcrossing" o "libro en la calle"), una fabulosa idea. 

La portera me enseñó el libro, era un "ladrillo" de esos bastantes gruesos, las tapas blancas, una composición tipográfica bien estructura y una ilustración acertada y discreta redondeaba el diseño de la cubierta. Me dijo que le estaba costando leerlo, llevaba cuarenta páginas y entre que no podía darle continuidad por la dificultad de concentrarse en la lectura por el trajín de la portería y que parecían demasiadas páginas para ella, confesó que se le estaba haciendo un poco cuesta arriba.

Me fijé en el autor, era Antonio Muñoz Molina. Uno de los grandes escritores de la actualidad y le dije que "hay autores que cuando comienzas a leerlos por primera vez te das cuenta del enorme descubrimiento que has hecho, no puedes parar de leer", eso me sucedió a mi, pero por lo visto a la portera no, por las circunstancias que fueran. De cualquier manera la animé a continuar, explicándole que la literatura de Muñoz Molina siempre está al borde del precipicio, es idílica, humana y universal, descripción que quizás no fue de su agrado.

Al cabo de unos días le volví a preguntar por el "libro amigo", me comentó que seguía avanzando, pero que todavía no le había cogido el tranquillo. Decidí darle un empujón, le conté que Muñoz Molina había ganado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013, cosa que la animó enormemente y me dijo firmemente que lo tenía que leer fuera como fuese. Y allí se quedó, mirando el libro como una niña que mira un tesoro. Me marché corriendo detrás de mi hijo que había salido pitando del portal en dirección al parque mientras hablaba con la portera, pensando que bienvenidos sean los premios si sirven para esto.

miércoles, 5 de junio de 2013

GAS NATURAL


A veces nos empecinamos en poner nombres sin sentido a cualquier cosa, como en el caso de "gas natural". Lo de "gas" parece claro, sólido, líquido y gas. En este caso hablamos del estado gaseoso únicamente, aquí no hay femenino, obviamos "la gaseosa" antes de crear más confusión. 

¿A qué nos referimos cuando decimos natural?, aquí viene el problema, nos referimos a "lo perteneciente o relativo a la naturaleza o conforme a la cualidad o propiedad de las cosas", supongo que si. Natural, parece un termino demasiado amplio, poco concreto, porque gases naturales hay muchos, el oxígeno tan necesario para la vida, el hidrógeno tan presente en nuestro planeta, el metano también presente en le planeta y en nuestros cuerpos, el helio ese que te hace poner voz de pito si lo pruebas y según en que cantidades te hace alucinar, el nitrógeno que no arde aunque pensemos que si, el monóxido de carbono letal por necesidad, el gas butano de la bombona ¿verdad? y algunos más, todos ellos gases naturales. 

Pero la pregunta del millón es: ¿qué tipo de gas es el gas natural que todos tenemos en la cabeza, el gas natural de consumo doméstico? Pues ni más ni menos que metano, si metano. Esto nos da la solución, el "gas natural" de casa se tendría que llamar “gas metano”, pero os podéis imaginar el revuelo... En fin, ya sabéis, si necesitáis hacer un par de huevos fritos y os han cerrado el gas por una avería, ya tenéis la solución, todos en pompa y un buen apretón.

lunes, 3 de junio de 2013

IRSE DE LA LENGUA

Estas cuatro palabras, "irse de la lengua", que tienen una complicada traducción en cualquier otra lengua, encierran todo un compendio de actuaciones, tienen la enorme capacidad de expresar tanto la intencionalidad como la involuntariedad del hecho. Tanto si la persona que se va de la lengua lo hace con esa intención solamente o lo hace de manera involuntaria o incluso de ambas cosas a la vez.

Por ejemplo, cuando una conocida ha suspendido por cuarta vez al examen de conducir y te lo dice con más pena que gloria (evidente), en confianza, con la intención de volver a presentarse en un par de meses y tu, receptor de este hecho, lo cuentas a todos tus conocidos habidos y por haber, te estás yendo de la lengua claramente y de manera intencionada. Al fin y al cabo piensas que no es algo tan grave, sólo desprestigia, humilla (je,je,je).

Peor sería si en la escalera de tu casa, una vecina te dice como quien no quiere la cosa que el vecino del tercero, el de Alicante, un señor jubilado honesto y trabajador toda su vida, tiene una hija que trabaja en un club de carretera (puticlub) y después de decirlo se ruboriza un poco, haciendo ver que quizás no tendría que haberlo dicho. Ambas vecinas conocían a la chica desde pequeña y en el fondo les sienta mal la noticia, les deja un sabor amargo. Tal vez se ha ido de la lengua de manera involuntaria, pero diría que también con algo de intención, el chafardeo le puede. ¿Cómo mirarán al vecino sabiendo que su hija es prostituta? ¿Igual que antes? Seguramente no, cuidado con eso de irse de la lengua.

Pero en las peores situaciones, el irse de la lengua podía llegar a costarle la vida a alguien. En tiempos de guerra y postguerra era algo muy frecuente. Podías haber convivido con tus vecinos toda una vida, con diferentes ideales, pero llegando a ser amigos, en cierta armonía. Uno de esos vecinos podía irse de la lengua y decir a las autoridades que tu piensas algo diferente y "zas", eres cogido y aniquilado. Cuantas muertes mezquinas y odiosas. Seguro que muchos de esos que se fueron de la lengua entonces, se arrepintieron posteriormente, lo que en el pasado fue intencionado, con el tiempo se volvió involuntario.