viernes, 15 de febrero de 2013

EL PAPA Y HARRY POTTER


Ayer me encontré con una amiga en una cafetería y estuvimos hablando de Benedicto XVI. Me comentó que tenía serias dudas de que "la voz de Dios en la tierra" dejara el cargo de manera libre y sin ningún tipo de presión. Presiones de otras personas o de su propia conciencia por "algo" del pasado. Ya sabemos que las cosa del El Vaticano, igual que las de Dios, son "mágicas". No le falta razón.

Tal vez estaría bien cambiar el nombre de El Vaticano por el de Hogwarts, el diablo sería Lord Voldemord, Dios pasaría a ser Aldus Dumbledore, en infierno podría ser Azkaban y por supuesto el papa sería Harry Potter sin ningun género de duda.

Podríamos pensar que Lord Voldemord con su magia maléfica ha planeado hacerse amo y señor de El Vaticano. Para conseguirlo tiene que destruir a Harry Potter (Benedicto XVI), principal oponente para llevar a cabo su planes. Tras un ataque perfectamente planeado, Lord Voldemord y sus secuaces consiguen debilitar a Harry Potter. Pero no contaban con el gran Aldus Dumbledore (Dios) que tiene recursos para restablecer el orden y salir victorioso. Así cualquiera, siendo inmortal hasta yo lo haría. Son supermágicos.

Volviendo a El Vaticano, Aldus (para abreviar) decide que las cosas terrenales las arreglen los simples humanos y pasa de defender a Harry Potter. Harry está jodido, Lord Voldemord le está dando leña y al final Harry decide salir por patas, que es precisamente donde se encuentra el Papa ahora.

Si la señora J. K. Rowling echara un vistazo a El Vaticano tendría material de sobra para continuar su saga con 10 volúmenes más como mínimo.

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