martes, 28 de octubre de 2014

UN PASO ADELANTE


El progreso y la evolución es exactamente eso, un paso adelante. Un paso adelante es la invención del led (LED, light-emitting diode: diodo emisor de luz) por Nick Holonyak en 1962. De todos es sabido sus ventajas: bajo consumo de energía, mayor tiempo de vida, tamaño reducido, escasa emisión de calor, no contiene mercurio, etc. Aunque mucho antes se produjo otro paso adelante necesario para que más tarde naciera el led, la invención de la bombilla por Thomas Edison. Tras muchos intentos consiguió un filamento que alcanzara la incandescencia sin fundirse. Este filamento no era de metal, sino de bambú carbonatado. Así, el 21 de octubre de 1879, consiguió que su primera bombilla luciera durante 48 horas seguidas.

Otro paso adelante fue sin duda alguna, y eso que no dudar es jugar a ser Dios, la invención de la penicilina. Alexander Fleming la descubrió en 1928 cuando estudiaba cultivos bacterianos en el laboratorio de un hospital de Londres. Supuso tal revolución para la supervivencia de la raza humana que posiblemente nunca se han salvado tantas vidas gracias este paso adelante. Con la penicilina se podía luchar contra cualquier infección de origen bacteriano. Las millones de muertes provocadas por neumonía bacteriana, tuberculosis, sífilis, escarlatina, infecciones de oído, piel, garganta y una larga lista de enfermedades malignas ya tenían un tratamiento para ser vencidas.

Ambos pasos adelante son una muestra de la evolución y progreso del hombre, de sus ganas de vivir y perdurar a lo largo de los siglos. La luz tan común en nuestra vida existe hace poco más de 200 años, si nos remontamos al inicio de la era después de Cristo, podríamos decir que el hombre ha vivido 1800 años en la penumbra. Y qué decir de la penicilina, una simple mucosidad en un niño de un año podía agravarse y convertirse en una infección pulmonar que acababa provocándole un fallo respiratorio con la horrible consecuencia, tan común en otra época, de la muerte a esa criatura. Gracias al extraordinario paso adelante de Fleming esa infección pulmonar se ha convertido en unos días algo latosos y después a correr de nuevo, memorable ¿verdad?.

Está claro que los pasos adelante que dieron Fleming o Edison solo están al alcance de unos privilegiados, pero cada uno de nosotros en la medida de nuestras posibilidades, debemos dar pasos hacia delante. No se trata de descubrir la gran fórmula matemática que sería capaz de repartir de manera sostenible la riqueza mundial en pos de una sociedad global más igualitaria cuyo fin sería erradicar la pobreza y la desigualdad, pero sí se trata de gestos y acciones de todos nosotros que sumados permitan dar un gran paso adelante. Desplazarse en transporte público o caminando, utilizar solo la luz que es necesaria, gestionar bien tus alimentos para evitar desperdicios, colaborar en el desarrollo y sustentación de los más necesitados son pasos adelante que quien más quien menos los da. 

Ahora bien, hay cierta clase de personas que en vez de dar pasos adelante dedican todos sus esfuerzos a dar pasos hacia atrás. Un empresario que ve como sus arcas engordan y para evitar repartir parte de sus ganancias a sus empleados anuncia que con la crisis el negocio no va bien, da un gran paso hacia atrás, su egoísmo lo acabará engullendo. Un político que con los poderes temporales que le conceden los ciudadanos se aprovecha de su posición para engañar y robar al pueblo, da un gran paso hacia atrás, su avaricia y mezquindad sin límites le provocará tal borrachera mitológica que terminará ahogándose en sus propios excrementos. Pero sobre todo, un paso atrás, sería volver a otorgar esos poderes temporales a esos grupos políticos corruptos por medio del voto. Un paso adelante colectivo, que sería un gran paso adelante si lo realizamos todos juntos, sería precisamente ese, no votar a los que dan pasos hacia atrás, no votar a los grupos políticos corruptos.

martes, 21 de octubre de 2014

COSAS QUE NUNCA CAMBIAN


Esta España carnavalesca en la que vivimos viene de lejos. Aquí la fiesta que vaya por delante. Si en un pueblo no hay dinero para pagar una escuela pública la solución es: que los niños cojan un autobús y se marchen a otro sitio a estudiar. Eso sí, la fiesta del pueblo ni tocarla, esos cuatro días son sagrados (propongo la solución contraria, quedarnos con la escuela y que cojamos el autobús para ir de fiesta a otro sitio, ¿?). Es mejor gastarse cincuenta o sesenta mil euros en montar una plaza de toros maltrecha para que los jóvenes se diviertan corriendo delante de un puñado de vaquillas esos cuatro días y tres novilleros mediocres acaben descabellando a lo bestia a esos pobres animales que son la base de una celebración anacrónica, sangrienta e inhumana. Es mejor que cada noche una orquesta de música popular dé la tabarra hasta las cinco de la mañana mientras esos jóvenes se cogen una cogorza de miedo hasta que la cosa terminan a hostia limpia. Y mientras pasan esos cuatro días el populacho parece contento… ¿y luego qué?. Es mejor fomentar esa tradición tan de aquí a costa de no tener escuela (la educación, un termino muy aleatorio para los que deciden donde gastar el erario público), o de no tener una pequeña biblioteca con un par de colecciones de libros y varios periódicos, o de carecer de servicios sociales (algo que parece de otro planeta según donde), o de mantener un alumbrado y alcantarillado defectuoso durante décadas, o de olvidarse de las personas que habitan todo el año en esos pueblos… El pueblo es así, no hay dinero, quién quiera que se marche a la capital. Afirmación que he oído en varias ocasiones en diferentes lugares. 

Las fiestas del Rocío tan populares y tan de comparsa son un auténtico desastre. Miles de personas atraviesan la zona natural protegida más grande de Europa dejando tras de sí un asqueroso rastro de suciedad y desorden. El equilibrio natural tan delicado de Doñana se desmorona en un plis-plas. Pasan cantando y bebiendo alegremente como si la mismísima virgen les esperase al otro lado de las marismas con las puertas de cielo abiertas. Y luego no hay dinero para los libros escolares de sus hijos…

La inauguraciones de cualquier celebración o evento político son tan espectaculares, en esta nuestra querida España, que si viniera Steven Spielberg se quedaría asombrado al darse cuenta que la entrega de los Oscar es una nimiedad comparado con estas inauguraciones: 

Grandiosa exposición en el Museo de la Artes y de las Ciencias de Valencia, asistirán cientos de personalidades…, el catering corre a cargo de…, la velada se prolongará hasta la madrugada con la actuación…

El MNAC de Barcelona celebra su cincuenta aniversario por todo lo alto. La plana mayor de la política y empresarios disfrutará de una cena suntuosa elaborada por el súper cocinero mundial…

La obra social (bonita manera de limpiar dinero) del banco de turno, inaugura gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Madrid un nuevo y precioso edificio destinado a… más de mil ilustres invitados de varios países…

Y esto es más o menos lo que se ve, miedo me da imaginar y mucho más miedo me daría saber las cantidades ingentes de nuestro dinero público destinado a estas celebraciones faraónicas y a la manutención extra-lux de nuestros políticos sobretodo si tenemos en cuenta los increíbles índices de paro y pobreza que sufrimos desde hace años. Al parecer, hay cosas que nunca cambian.

Parece claro que la fiesta es algo que nos define y nos caracteriza. También parece claro que toda Europa nos ve como lo que somos, unos fiesteros sin cabeza que se gastan sus cuatro euros en verbenas y guateques, y luego piden más ayudas al resto de países europeos. Eso sí, cuando vienen a pasar el verano los ingleses, alemanes, holandeses o franceses disfrutan como enanos y a todos les encanta España, pero pasados esos días, adiós muy buenas. Además de puta ponemos la cama. En eso nos hemos quedado y visto lo visto parece que a nuestros políticos ya le parece bien, ellos a forrarse y el pueblo llano y aborregado a aplaudir esas maravillosas fiestas populares y tradicionales repartidas a lo largo y ancho del territorio español.

martes, 14 de octubre de 2014

BUÑUEL Y SU ÚLTIMO SUSPIRO

Decía Umbral que Luís Buñuel viene de esa veta española y rara que es la "sutil tosquedad", la tosquedad cultivada como una sutileza, veta en la que están Berceo, Sancho Panza, Galdós, Baroja y Cela de vez en cuando (cuando le conviene). Es como coser un botón con un clavo, el caso es que el botón queda bien cosido  y hasta hace bonito.

Las memorias de Buñuel escritas por él mismo, Mi último suspiro, nos descubren situaciones vitales del cineasta universal, uno de los grandes novelista del siglo XX, si se entiende novelista como inventor de historias, que ya es mucho entender.

Una vez, en Madrid, Dalí, Lorca y Buñuel se reunieron en el sótano de un café, donde Lorca quería leer a sus dos amigos, Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín. Lorca leía muy bien. Terminado el primer acto, Buñuel le dice:

-Déjalo, Federico. Es una mierda.

Federico les mira emblanquecido. Y Dalí:

-Tiene razón Buñuel. Es una mierda.

Así ha ido Luis Buñuel por la vida. Dalí y él hicieron El perro andaluz (el guión) en Figueras, en casa de Dalí. Sólo se trataba de ir inventando cosas por turno. Y sólo cuando una cosa les entusiasmaba a los dos, la metían en el guión. Los surrealistas franceses, pilotados por Breton, en seguida hicieron suya la película. Pero el guión se lo dio Buñuel a una revista no surrealista, y entonces, le formaron consejo de guerra en casa de Breton y le exigieron que fuera a la revista con un martillo a romper las planchas, porque aquello sólo podían publicarlo ellos. Así lo hizo Buñuel, pero la revista ya estaba tirada. Buñuel es el hombre directo que hace observaciones insólitas y evidentes como ésta, muy de esa veta de "sutil tosquedad":

-Lo que tenían los surrealistas es que eran todos muy guapos.

Buñuel amaba a su madre que había perdido totalmente la memoria, en Zaragoza, de modo que él podía entrar en el saloncito de casa cuantas veces quisiera, en el mismo día, que ella siempre le recibía como nuevo y recién llegado, muy contenta. Es lo que Breton hubiese llamado "el azar objetivo". Cuando uno es surrealista, le pasan cosas surrealistas hasta con su madre. En la legendaria Residencia de Estudiantes de Madrid, mientras los del 27 hacen diarios alardes de talento, Buñuel escala la fachada del edificio, para probar que está en forma. Dice que se ha pasado la vida echando pulsos por los bares a todo el mundo. Buñuel es el español que en seguida quiere irse de España, y se mira a sí mismo como meteco en París. En el clima violento de la América hispana se encuentra a gusto y en paz su natural violencia de hombre bueno. En la guerra civil española, llora al ver cómo desfila por Madrid un ejército de campesinos y armados con palos, espingardas y así. Por Buñuel nos enteramos de algo poco sabido: que Valle-Inclán quiso hacer una película. Buñuel tuvo asimismo el proyecto de realizar un filme con varios cuentos de Gómez de la Serna, a quien admira mucho, y cuando abandona el proyecto por otro más urgente (esto pasa mucho en el cine), Ramón se siente muy decepcionado. Eso que hemos salido perdiendo (o ganando) todos.

Luis Buñuel, uno de los últimos representantes de ese pintar acuarelas con una escoba, de esa sutil tosquedad o ruda sutileza que, en ocasiones, es España misma.


martes, 7 de octubre de 2014

CORAZÓN DE ULISES


Safo de Lesbos, la poetisa griega, fue la primera mujer que escribió abiertamente sobre la atracción sensual entre mujeres. Vivió en el siglo VI antes de Cristo en la isla de Lesbos y fue admirada no solo por su poesía, sino también por su belleza: Platón la llamó "la décima Musa" (el apodo alude al renombre de la poetisa dentro del mundo griego y su poesía erótica y delicadamente carnal, es una de las más sorprendentes de la antigua Grecia). Safo escribió en dialecto eolio, ya me gustaría conocer ese dialecto tiene que ser precioso, con ese nombre… Inventó los versos sáficos, rebosantes de armonía, y también los versos eólicos, especie de armonía para el canto y un instrumento de música llamado "pectis", pura poesía, hasta la puesta en escena. De sus nueve libros de poesía solo dos se conservan completos: "Oda a la mujer amada" y "Oda a Afrodita". 

Los fragmentos que hoy conservamos de sus poemas indican que Safo enseñó su arte a un grupo de mujeres jóvenes, con las que mantuvo una estrecha relación y para las que compuso sus odas nupciales cuando la abandonaron para casarse. El poeta Anacreonte (mediados del siglo VI a.C., es decir, una generación posterior a Safo), afirmaba, en referencia a este grupo, que Safo sentía un amor sexual por las mujeres; de ahí proceden los términos lesbianismo y safismo, que aluden a la homosexualidad femenina.

Safo ha inquietado y enamorado desde la antigüedad a los poetas y estudiosos de la literatura clásica: nunca en toda la historia de la poesía a existido una palabra tan sensual como la que contienen los versos de esta poetisa y pocos han sabido escribir del amor como ella lo hizo. Su fama fue enorme durante siglos y llegó hasta la modernidad convertida en un ser casi mítico.

En la historia la soberbia ha destruido imperios, tremendos odios han derrumbado culturas enteras, pero sea como fuese las palabras, la sensualidad y el enamoramiento de la bella Safo han resistido milenios. Tan sencillo como lógico para convivir: diálogo, sensibilidad y amor. 

“Unos dicen que lo más bello sobre la tierra son los jinetes de Tropel, otros que la infantería y otros que la flota; pero yo digo que es lo que uno ama“. 
Corazón de Ulises, Safo.