viernes, 12 de abril de 2013

AGUA


Más del 60% de nuestro cuerpo es agua, simple agua. En los bebés el porcentaje se dispara hasta el 85%, casi te los puedes beber. Esto pone de relieve la absoluta necesidad de hidratarnos. Y cuando digo hidratarnos me refiero a agua. No hablo de hidratarse con una deliciosa y fresquita cerveza o con un chispeante y helado gin-tonic.

Al leer esta última frase percibimos que precisamente no es agua lo que más nos gusta. Algunas marcas han intentado vender agua "con sabores". Buen intento, pero si la pruebas no sabes si bebes "aguachirri" o agua con "no se que", en fin, que no hay por donde cogerlo. El agua es agua y cuando necesitas agua tienes muy claro lo que quieres.

Esta claridad de necesidad y decisión es básica e importantísima. Imagina que tu cuerpo necesita agua y le das otro líquido como ginebra o gasolina. Esta pequeña disfunción nos puede provocar graves problemas. 

También podemos percibir las necesidades de la naturaleza. Si una planta amarillea se está secando, por tanto necesita agua y la regamos. Somos capaces de ver las necesidades de nuestro entorno natural. En la sociedad, con las personas ocurre lo mismo, también percibimos sus necesidades. Pero aquí miramos hacia otro lado, dejamos que se vaya secando poco a poco sin pensar que todos necesitamos agua. Todos somos agua.

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