jueves, 24 de enero de 2013

CUTRELUX


La sociedad en general, con algunas excepciones, ha perdido el entusiasmo. Vivimos un momento "cutrelux", instalados en el desencanto con la democracia porque tenemos una democracia incomprensible. Estamos dentro del sistema, como la inmensa mayoría de la gente, pero nuestro desencanto está más próximo al movimiento que provocó la democracia a finales de los años setenta, con aquellas cosas irrepetibles de la movida y que convertían el país en una España de Babel. Entonces había crítica y autocrítica, entusiasmo intelectual y creativo.

En cambio, ahora, estamos estancados en la clase de desencanto que nos conduce a la indignación. La actual pasividad y la escasez de entusiasmo, es un reflejo claro de la tendencia que tenemos en este país de criticar lo que hacen o no hacen los demás en lugar de hacerlo nosotros. 

El relativismo que vivimos, la despreocupación y pasividad son atributos propios de nuestra sociedad actual. Relaciones líquidas, superficiales, individualistas y absoluta ausencia de valores. La culpa no es un sentimiento, es un aspecto más de nuestras acciones. Estamos hartos de ver a personas que han hecho mal y no se consideran responsables ni culpables.

Esta es la sociedad que tenemos, una sociedad "cutrelux", una democracia inexplicable, un desencanto que adormece nuestras mentes. Ahora es un buen momento para comenzar el cambio y actuar. Podemos.

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