martes, 26 de mayo de 2015

TORMENTA NEGRA

Los demoledores e insufribles calores que padecemos en verano suelen alcanzar temperaturas superiores a 30º, incluso en algunos puntos de la península los 40º. Son temidos por la mayoría menos por los hoteleros, me atrevería a profetizar. Los ancianos y las personas que padecen alguna insuficiencia respiratoria o enfermedad coronaria son las persona con mayor factor de riesgo. Hidratarse (al menos dos litros de agua al día) y evitar la exposición al sol las horas centrales del día son recomendaciones básicas. Además, es importante cargarse de paciencia si la noche no refresca y nos azota una de esas noches tropicales capaces de aplatanar hasta a la señora Aguirre.

Estas son, a grosso modo, las características y consejos para nuestro clima veraniego. Pero cuidado con la climatología si viajamos a ciertos países sin estar antes informados. Un caso extremo es el viento Loo, un viento local oriundo del norte de la India, tremendamente caliente y seco. Se origina en el ardiente desierto del Thar enclavado entra la India y Pakistán. De mayo a junio este viento tórrido y sofocante bufa con una excelsa fuerza persistente generando temperaturas muy elevadas, entre 45º y 50º, nada más y nada menos, y una humedad extremadamente baja. Este viento tan cálido y tan seco deshidrata cualquier forma de vida, por lo que agosta la vegetación y se vuelve marronosa. Tal acontecimiento climatológico provoca frecuentes tormentas de arena conocidas como Kali Andhi, "tormenta negra". Esta maligna "tormenta negra" provoca lo que lo indios llaman Loo Lagna, algo así como "golpes de calor". Cuenta la sabiduría popular india que para evitar la temida hipertermia es bueno llevar en el bolsillo un cebolla, aunque posiblemente sea más efectivo beber mucha agua.

La alcaldesa de las tracas ya lo vaticinó, "el caloret, el caloret", y ahora vuelve con otra fabulosa y nada despreciable expresión: "¡Qué hostia…, qué hostia!" (la que se han dado). En fin, seguramente la versión oficial será algo parecido a esto: "a causa viento Loo originario de la India, que se ha desviado unos grados hacia nuestra querida península, hemos sufrido un terrible Kali Andhi que ha provocado un Loo Lagna colectivo y como consecuencia nos hemos pegado un hostia de cojones (en las elecciones, se entiende)".

Los dos párrafos iniciales de este artículo sirven para comprender lo que parece una explicación esotérica, pero también oficial, de lo sucedido en España en las elecciones del 24 de mayo de 2015, según los que se ha pegado la hostia. Es difícil que un cacique muestre sus errores o actuaciones punibles al pueblo. Parece imposible que un tirano reconozca que se enriquece con el dinero que generan sus súbditos. Jamás veremos a un opresor extender la mano hacia los más necesitados.

La recomendación interna que terminará siendo nueva norma dictada por el órgano ejecutivo de los que se han pegado la hostia será: llevar una cebolla en el bolsillo a partir de ahora. Así de sencillo. Esta innovadora, original y efectiva medida les librará de la maligna "tormenta negra" para siguiente ocasiones (pabernos matao). Así estamos.

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