jueves, 17 de octubre de 2013

AVE, CAESAR, MORITURI TE SALUTANT (II)


El origen de los gladiadores que se remonta al siglo VI antes de nuestra era cuando los milicianos etruscos (oriundos de la zona norte de la actual Italia) luchaban entre sí para honrar a los difuntos de las clases influyentes de la sociedad. El término gladiador viene del latín gladius (espada), de ahí gladiator o portador de la espada. Con la llegada de las primeras repúblicas romanas, los gladiadores ya sólo eran hombres libres que luchaban a sueldo o esclavos y ladrones, que estaban obligados a luchar. En Hispania también se realizaban este tipo de ritos hacia el 206 a.C. con Cornelius Scipion "Africanus", gladiador que obtuvo una gran popularidad al enfrentarse con otros soldados.

Con el tiempo, Roma decidió que tal ritual tradicional de origen etrúsco debía incluirse en la vida social del pueblo, convirtiéndose en un espectáculo admirado por todo el mundo. Tenía lugar en los juegos públicos (Muneras) y comenzaron a organizarse como herramienta política propagandística. El cargo político que los organizaba llegaba incluso a la ruina y todo ello para conseguir fama y prestigio entre los romanos, incluso se lanzaba a los espectadores comida, como pan, durante los espectáculos, para con ello poder ser elegido en los comicios próximos. 

Los gladiadores tenían una dieta vegetariana alta en proteínas, ya que se alimentaban básicamente de cebada y otras legumbres. De esta forma conseguían engordar y tener una gran masa muscular, escudo natural que les protegía contra heridas profundas producidas durante los combates. Solían tener numerosas fracturas y heridas en los combates pero según los restos óseos que se han estudiado, presentaban buenas recuperaciones, ya que al conseguirse mucho dinero con su comercio, los mejores médicos les trataban sus lesiones. También recibían masajes y baños, como parte de su cuidados.

Algunos de los gladiadores más populares fueron:

Cornelius Scipion “Africanus: El primer gladiador conocido de la historia. En el 206 a.C. participó en los primeros juegos de gladiadores en honor a su difunto padre.

Espartacus: Famoso por acaudillar una rebelión de esclavos contra el poderío de Roma. Dicen que era un príncipe tracio y que vivió en el siglo I a.C. Este soldado de las tropas auxiliares romanas de Tracia llegó a desertar y huyó buscando su libertad, siendo retenido y hecho prisionero. Gracias a su preparación física fue enviado con los gladiadores de Capúa. En la escuela de gladiadores de Capúa, famosa por haber albergado los juegos más sangrientos, Espartaco empezó a revolucionar a todos por sus ideologías en contra de los Gracos y por la pérdida de los poderes del pueblo más llano. Volvió al ejército y llegó a organizar un ejército de 40.000 hombres junto a los cónsules enviados por Roma, Léntulo y Publícola. Luchó con valentía por la libertad y la justicia. Espartaco fue preparado en Capua, lugar donde llegó tras ser hecho prisionero y en que entró en su escuela de gladiadores, y fue el instigador de la famosa rebelión de los esclavos contra Roma. Espartaco murió en el combate contra las tropas de Marco Licinio Craso y 6.000 de sus soldados fueron crucificados a lo largo de la Vía Apia.

Diocles, “El Hispano”: Llegó a vencer en 1462 carreras y en ganar una gran fortuna en épocas de Trajano y Adriano durante el siglo I d.C.

Marco Valerio “Hispánico”: Ex general romano. Su historia se dió a conocer gracias a la película que protagonizó Russell Crowe en “Gladiator” con el nombre de Maximus Decimus Meridius “El Hispano”, nacido en Mérida (Extremadura). El auténtico vivió a finales del siglo II d.C (Año 180) y fue muy conocido en su época.


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