martes, 15 de diciembre de 2015

EL PROGRAMA ELECTORAL

El día veinte de diciembre hay elecciones generales. Me da una enorme pereza tratar estos temas, sobretodo cuando los medios de comunicación nos bombardean constantemente sobre las elecciones. Los excesos no son buenos. Para bien o para mal me he dejado arrastrar por esta vorágine contaminante, pero antes de nada me gustaría establecer unas bases que creo es conveniente tener claras para situarnos. Iba a escribir “históricamente” como si fuera algo perteneciente al pasado, pero se puede escribir “actualmente”. Por raro que parezca, si miramos a nuestro alrededor, es lo que hay. Me refiero a las diferentes formas de gobierno que existen: 
- Monarquía: gobierno del más noble con la aceptación del pueblo y el respeto a las leyes.
- Tiranía: el que gobierna se hace con el poder por la fuerza y gobierna sin respetar las leyes.
- Aristocracia: gobierno de los mejores y el mejor linaje.
- Oligarquía: gobierno de los más ricos.
- Demagogia: gobierno de todos sin respeto a las leyes, prevalece la demagogia sobre el interés común. La demagogia consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.
- Anarquía: gobierno sin estado bajo un sistema de asociación voluntaria con ausencia de poder público y dentro de unos ideales de no-agresión.
- Democracia: gobierno de todos según la leyes. El poder político es ejercido por todos lo ciudadanos, la soberanía reside en el pueblo, que ejerce el poder directamente o por medio de representantes.

Ustedes juzguen el tipo de gobierno que tenemos o parece que tenemos, y lo digo sin acritud. Tanto si está claro como si no, quién o qué nos gobierna, el día veinte tenemos la posibilidad de votar. Esta es la única evidencia que puede indicarnos el tipo que gobierno que tenemos. El resto de días hasta las próximas elecciones podemos llegar a pensar que de la noche a la mañana nos encontramos inmersos en una oligarquía-tiránica-monárquico-demagógica y hasta aristocrático-anárquica. Por lo tanto, si alguien tiene dudas, es absolutamente necesario votar.

Una vez está decidido ir a votar, me atrevería a decir que el resto es casi secundario. La verdadera razón de la democracia y la libertad es poder votar, y aquí si puedo decir que este es un avance histórico. Ahora bien, cada uno de los partidos políticos que se presentan para gobernar tiene su propia ideología: derecha, izquierda y centro. Lo de centro, particularmente no sé como definirlo, es algo que ignoro. Parece algo así como que soy tan poroso que por mis poros entra y sale de todo. De hecho, esta porosidad es cada vez más acusada en todos los partidos políticos. Quizá sea el futuro, quién sabe.

Llegados a este punto, y teniendo en cuenta que lo primordial es votar, creo que para decidir a que partido se vota es necesario conocer el programa de cada partido. Junto con la carta propagandística que nos envían a casa deberían adjuntarlo, y si es muy largo, resumirlo en dos o tres folios. Puntos concretos y claros. Tendríamos que tomarnos la molestia leer el programa electoral de cada partido (o al menos de cuatro o cinco partidos de diferentes ideologías) y así poder evaluar qué programa se adapta más a lo que tu esperas del futuro gobierno. Es curioso, lo que parece lógico se intenta ocultar o al menos no se facilita. Es más, el programa debería ser el salvoconducto del partido que acabe gobernando, si no cumple en un 80% por ciento ese programa, como mínimo, tendría que apartarse del gobierno y convocar elecciones para que gobierne otro partido más capaz. Es algo razonable, si asumes la gestión (en este caso de un país entero) y no cumples con los criterios que prometiste, no queda otra que largarte por incompetente o mentiroso. De esta manera nos evitaríamos vendehumos y negligentes en el gobierno, que los hay y muchos. También sería una manera de equilibrar las opciones entre partidos candidatos a gobernar. Los partidos que tienen detrás medios de comunicación y bancos son los que llegan más al gran público y son los que siempre ganan. Por lo tanto, a estos partidos poderosos no les interesa que se presente un programa y que cada votante lo lea y en función eso (y solo de eso) se vote. Les interesa salir en los medios hablando mal de los otros y vanagloriándose ellos mismos. Cuanta vanidad y cuanta mentira.

Ya que no envían a casa el programa, en la web de los partidos se puede ver su programa o al menos un esbozo. Recomiendo leer el de varios partidos para los que tengan esta posibilidad. Es un engorro, pero creo que es necesario para que cada uno se forme su propia idea y vote con conocimiento de causa sin la influencia de los medios de comunicación y opiniones partidistas.

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